Hace unos días, la prensa especializada comentó la creación de una nueva empresa por parte de los cinco integrantes de Radiohead, la ecléctica banda de Oxford.
Desde los tiempos del Kid A, es notable su descontento con las prácticas tradicionales de la industria musical. Esto los llevó en su momento a tocar en venues pequeños, o incluso en una carpa para la gira de promoción de Amnesiac.
El reciente anuncio, publicado por el no siempre amado sitio web Pitchfork, generó expectativa ante la posibilidad de que se edite pronto un nuevo disco, tras varios años de ausencia.
Radiohead superó rápidamente el remoquete de “la banda de Creep”, y pasó de ser un potencial one-hit wonder a una de las propuestas musicales más innovadoras de las últimas dos décadas.
Pero esta innovación no sólo tiene que ver con la evolución de sonidos e imágenes con cada nueva placa. Su rechazo a la manera en que opera la industria musical también es fuente de innovaciones en ese mismo negocio.
Paga lo que quieras
En 2007, Radiohead decidió que no trabajaría en el circuito tradicional de las empresas discográficas. Su contrato con EMI ya había terminado, lo que les dio la libertad de probar la lealtad de sus fanáticos.
In Rainbows fue lanzado al mercado a través de su sitio web sin un precio base de venta. Sus clientes eran libres de descargar el disco por el valor que ellos quisieran, incluso sin pagar por él.
Como pasa con toda idea innovadora, varios dudaron acerca de su viabilidad financiera. En su momento, se reportó que seis de cada diez fans optaron por descargar el disco de manera gratuita.
Sin embargo, el servicio de medición de tráfico digital Comscore calculó que quienes pagaron por In Rainbows aportaron en promedio ocho dólares por descarga. Mediciones más conservadoras fijaron la cifra en seis dólares.
Radiohead editó luego el disco en físico, en convenio con el sello independiente XL Recordings. La gira de promoción, una edición de lujo y el licenciamiento de su música les sirvieron como fuentes adicionales de ingresos.
En resumen, Radiohead demostró que era posible para los músicos tener el control de sus obras, de su operación, y de sus ingresos. Bandcamp apareció un año más tarde, permitiendo a artistas independientes la implementación de modelos similares.
RHEUK25 LLP
Al no tener el respaldo de una disquera tradicional, Radiohead necesitaba manejar y controlar la operación del lanzamiento del disco por su cuenta. Para ello, crearon meses antes una empresa llamada Xurbia Xendless LTD.
Esa compañía, inspirada al parecer en la idea de un “suburbio sin fin”, se creó como una sociedad de responsabilidad limitada. Bajo esta figura, empresarios en el Reino Unido conforman empresas a partir de aportes de accionistas, gobernadas por una junta de directores.
Esta misma figura jurídica fue usada para el lanzamiento de su siguiente disco, The King Of Limbs, para el que crearon una nueva empresa. De ese punto en adelante, la banda optó por conformar una LLP; una sigla algo compleja de traducir sin generar confusiones.
A diferencia de las LTD, la responsabilidad de los accionistas en una LLP va más allá de las acciones que tienen comprometidas en la empresa. Esto les permite participar de la gestión de la operación en forma directa, al no contar con una junta directiva.
Una LLP, sin embargo, implica que cada uno de los socios responde de manera individual ante el fisco por cuenta de sus ganancias. Este modelo se acerca más a la realidad de un profesional independiente, y se aleja de las estructuras tradicionales. Implica, en todo caso, el riesgo de una carga impositiva más alta.
Radiohead ha usado este modelo recientemente para la gestión de nuevos lanzamientos, reediciones de discos conmemorativos y giras. ¿Mantendrán esta tendencia o, de nuevo, continuarán con sus ideas innovadoras?