En el mundo de la innovación, se suelen comentar ejemplos de buenas ideas que no tienen el impacto esperado. El estar “antes de tiempo” o el ser “demasiado disruptivo” son situaciones que se presentan a los creativos como alerta previa.
¿Y si esas advertencias no fuesen siempre correctas? ¿Qué pasaría si, a pesar de los consejos bien intencionados de los demás, un artista decide defender su verdadera esencia para mantenerse por fuera de la norma?
Todd Rundgren es un multi instrumentista, productor y compositor estadounidense. Los hitos de su carrera le permiten transitar con comodidad entre el glamur del pop y el estatus de músico de culto.
“Adelante. Ignórame.”
Rundgren aprendió a tocar la guitarra por su cuenta y conformó su primera banda a los 16 años. Luego de trabajar como productor e ingeniero, y de algunas experiencias en donde sintió que su talento era limitado por otras personas, decidió trabajar en solitario.
El arte de Rundgren, desde sus inicios, solía estar muy adelantado a su época. Su visión lo llevó a producir sus propias canciones, lo que no ayudó mucho a construir una relación fuerte con su audiencia.
Tras dos discos que no tuvieron mayor éxito, Rundgren grabó uno de los discos que definieron su trayectoria musical: Something/Anything? Este álbum doble se presentó con una curiosa estrategia de marketing; tan arriesgada como el mismo Rundgren.
Cuando el disco llegó a las tiendas en 1972, se envió un curioso afiche promocional. En él, se podía ver a un Rundgren con una sonrisa traviesa, sosteniendo además un taco de dinamita con su mano derecha y un fósforo encendido en su mano izquierda.
Sobre la foto de Rundgren, apareció texto contundente en dos renglones: “Go Ahead. Ignore me.” Debajo, otro texto para reforzar el mensaje: “Take no chances”. Algo así como “No corra riesgos.”
La estrategia funcionó; su base de seguidores aumentó considerablemente. Al ser el mismo Rundgren el que grabó todos los instrumentos y casi todas las voces del disco, se ganó además el respeto de la crítica especializada.
Un músico fuera de serie
Este no fue el único hito dentro de la carrera de Rundgren. En 1993, en la época dorada de los discos compactos, se lanzó No World Order; una clara referencia a la presidencia de George H.D Bush.
Además del disco de audio, la disquera Phillips colaboró con Electronic Arts para presentar un videojuego interactivo en CD-ROM. El software permitía a los fans de Rundgren tomar fragmentos de canciones y organizarlos como quisieran para crear sus propias versiones.
Aunque No World Order no fue un éxito en ventas, Rundgren apostó nuevamente por estrategias de interacción directa con sus fans. PatroNet, lanzado en 1998, permitió a sus seguidores el acceso y la participación directa en procesos creativos mucho antes que Patreon.
Rundgren fue también el primer artista en hacer un concierto de televisión interactiva en 1978, en el que los televidentes podían votar en directo por las canciones que querían escuchar.
También estuvo involucrado en el desarrollo de tecnologías como los primeros prototipos de discos de video. Se dice que Rundgren ayudó a escribir el software para la primera tableta de dibujo presentada por Apple (la Utopia Graphics Tablet).
Pero incluso desde la amenaza de bomba, algo que incluso podría ser chocante hoy en día para algunos, la historia de Todd Rundgren es, en sí misma, un cuestionamiento a las ideas sobre el nivel de irrupción que debería tener una innovación cuando es presentada.
